viernes, mayo 11, 2018

“Vino blanco”, de Hernán Miranda





Es que he estado bebiendo vino blanco
a dos metros de la Cordillera de los Andes
y la Cordillera no se estaba quieta
por más empeño que yo hiciera por no moverme.
Y si yo ando un paso hasta su costado
ella se escabulle hacia un lado o hacia otro
o se encoge para destapar la luna.
“La Cordillera rehuía su presencia”,
dirán las leyendas.
“El mar en cambio le salía a recibir
varios metros fuera del agua
y algunos codos por sobre su línea de flotación”.



en Bar abierto, 2013











No hay comentarios.: